Precalentar el horno de acuerdo con las instrucciones del fabricante de la masa de pizza. (Nuestra sugerencia es 400 ° F).

Cocinar la panceta o el tocino en una sartén mediana hasta que esté dorada y crujiente. Retirar de la sartén y dejar escurrir en un plato forrado con toallas de papel.

Colocar la masa de pizza en una bandeja para hornear forrada con pergamino. Si la masa requiere una cocción previa, sigue esas instrucciones.

Combinar la calabaza, la nuez moscada y la sal en un tazón mediano. Untar la mezcla de manera uniforme sobre la masa de pizza. Colocar las rodajas de manzana encima de la calabaza y luego agregar la panceta y el queso encima. Espolvorear las hierbas y la pimienta negra sobre la pizza. Hornear la pizza de 8 a 10 minutos, o de acuerdo con las instrucciones del fabricante, hasta que el queso se derrita y los bordes de la pizza estén dorados.

Retirar la pizza del horno y rociar la miel encima. Dejar que la pizza se enfríe un poco antes de cortar y servir.