Precalentar el horno a 375 ° F.

Derretir 1 cucharada de mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio. Agregar la avena y continuar calentando, revolviendo con frecuencia, durante aproximadamente 2 minutos o hasta que la avena huela tostada. Empujar la avena alrededor del costado de la cacerola y agregar la cucharada de mantequilla restante en el centro de la cacerola; calentar hasta que se derrita. Agregar la calabaza a la mantequilla; revolver con la avena después de 1 minuto. Agregar el azúcar morena, la canela, el jengibre, la sal, la nuez moscada y el clavo de olor a la calabaza. Agregar el agua, la leche evaporada y el extracto de vainilla. Verter la mezcla en una cazuela de 1.5 cuartos de galón sin engrasar; tapar.

Hornear, tapado, por 35 minutos. Retirar del horno, retirar con cuidado la tapa y agregar los arándanos. La mezcla de avena será aguada. Tienda la tapa y dejar reposar durante 10 a 15 minutos antes de servir. La avena se espesará cuando se repose. Servir caliente con una llovizna de miel de maple.